Los cubrefilos de caucho dentados sirven para ajustarse firmemente a bordes metálicos sin necesidad de adhesivos, gracias a sus pequeñas muescas o dientes internos que muerden el filo al instalarse. Ofrecen protección contra cortes, vibraciones y desgaste, además de un acabado estético y seguro. Son ideales para puertas, capós, carrocerías, gabinetes y estructuras metálicas, donde se requiere una sujeción firme y duradera.